Entorno

El Solsonès es conocido como la comarca de las mil masías y no es ninguna casualidad que sea así. A pesar de ser una comarca integrada por 17 municipios, la mayoría de ellos están formados por masías diseminadas distribuidas en medio de los paisajes de la comarca. Este rasgo no es el único que hace del Solsonès una comarca llena de rincones de postal, sino que el paisaje y la vegetación de los municipios situados más al norte no tiene nada que ver con los que están en el sur. Es una comarca repleta de contrastes: el Port del Comte en la Coma i la Pedra, los acantilados del Montnou en Odèn, las llanuras de Llobera o el núcleo antiguo de Solsona, entre muchos otros.

Solsona es una ciudad que tiene propuestas para todos los gustos y públicos. Los amantes de la cultura y el patrimonio pueden disfrutar de experiencias de descubrimiento del núcleo antiguo y los rincones que esconde. Los que prefieren el contacto con la naturaleza, se pueden aventurar a hacer excursiones por los alrededores de la ciudad mientras descubren el Vinyet. Para el público familiar, las experiencias relacionadas con el mundo de los gigantes son una tentación y, al mismo tiempo, un éxito asegurado.

El Solsonès es un paraje inmejorable para aquellos que disfrutan del contacto con la naturaleza y de su descubierta a través de rutas senderistas o ciclistas.

La Cabana está situada en un punto de lo más estratégico: a tan solo 50 metros del restaurante pasa el GR7 que ofrece la posibilidad de realizar diferentes recorridos. Y no solo eso, sino que os ofrecemos la posibilidad de guardar las bicicletas y mochilas en el restaurante mientras coméis o cenáis.

El Solsonès no te lo puedes acabar en un solo fin de semana. Es una comarca de lo más diversa que tiene propuestas para todos los públicos y sea cual sea la estación del año en la que la visites, siempre encontrarás cosas para hacer y visitar. A continuación, encontrarás una pequeña selección de lo más destacado.

Situado en el municipio de Riner, está formado por la iglesia que data del siglo XVII, la Casa Gran que data del siglo XVI y el antiguo albergue para acoger peregrinos donde hay alojados monjes procedentes de Montserrat desde el año 1901. Lo más destacado de todo el conjunto es el retablo barroco del siglo XVIII situado en el interior de la iglesia, obra de Carles Morató y el orador Antoni Bordons. 

Es precisamente bajo el claustro de este monasterio donde el año 2019 se empezó a vinificar por primera vez de la mano de la gente del Celler del Santuari del Miracle. Allí podrás disfrutar de visitas enoturísticas para todas las edades.

También encontrarás la Formatgeria del Miracle, situada en las antiguas cocinas del monasterio. Ofrecen catas y visitas guiadas. 

Y otros productos KM0 como el jabón de hierbas del Miracle, la Ratafia elaborada con nueces verdes de los nogales de la zona y la receta del hermano Benet de la Comunidad Benedictina, “carquinyolis”,…